¿Dónde sumar automatización? Esa es la pregunta clave al momento de pensar en un proyecto de implementación de tecnologías de automatización en el área logística. Muchas veces no se tienen claros los objetivos que se buscan alcanzar con esta inversión, pero poco se sabe de cómo lograrlo.

Este camino tiene como punto de llegada: mejorar la productividad y rentabilidad de la operación. Sin embargo, las rutas para llegar a este objetivo son diversas y muchas veces complejas. La masificación de tecnologías, la multiplicidad de opciones, la falta de rigurosos estudios y la poca información sobre casos de fracasos juegan, muchas veces, en contra de la toma de decisiones correctas.

La masificación de opciones tecnológicas para la logística y la complejidad de muchos de los procesos hace necesario, por tanto, una mirada global al diseñar un proyecto de esta envergadura. En este escenario, el conocimiento y la experiencia son relevantes para entender qué parte del proceso requiere sumar automatización y lograr los beneficios esperados. Es aquí donde se hace fundamental apoyarse en una empresa con una mirada “end to end” o con un modelo de “proyectos llave en mano” que realice un análisis estadístico para definir correctamente este nuevo proceso eficiente y desde esas definiciones aplicar la tecnología adecuada.

No sólo de incorporar automatización o sumar equipos se trata el actual momento tecnológico; sino de lograr una mirada global del proceso y diseñar un caso de negocios donde el retorno de la inversión está estrechamente relacionado a los beneficios que genera. En esta lógica es vital escoger correctamente la tecnología e implementarla con inteligencia para poder resolver el proceso logístico completo.

Muchas veces se comete el error de pensar que una tecnología específica que funcionó en una empresa, funcionará también en otra; sin entender que cada proceso tiene particularidades que lo hacen único y, por lo tanto, requiere un análisis de costos y beneficios adecuado.

Bajo un modelo analítico, basado en datos, experiencia y conocimiento, es posible diseñar un proceso donde existan distintos niveles tecnológicos con diferentes montos de inversión y tiempos del retornos; todos factores que determinan el tipo de tecnología que debe ser aplicada para solucionar el problema de ese momento.

Definir correctamente el concepto tecnológico que desarrolle una compañía permite diseñar un modelo a largo plazo, escalable y con una inversión certera. Disminuir la incertidumbre es clave para la toma de decisiones y un proyecto diseñado bajo un modelo end to end entrega certezas, al entender los procesos de fondo con sus luces y sombras y desde ahí escoger qué tecnología es apropiada y definir la escalabilidad del proyecto.

El análisis entrega certidumbre al proyecto. En Symple hemos hecho propio este modelo de proyecto, donde la amplitud de la mirada hacia la totalidad del proceso nos permite entender que la tecnología no está por sobre la operación. Definir lo que se necesita en términos operacionales es el primer paso para salir en busca de la tecnología adecuada que entregue productividad.

Cuando el proceso no es bien pensado, no existen tecnologías que marquen diferencias. Por tanto, trabajar con empresas que puedan darle una mirada completa es fundamental para que la solución tenga sentido y lógica.

En Symple no nos enfocamos en la particularidad de una problemática, sino en la globalidad del proceso. Llevar a los clientes a invertir en tecnologías y mejoras operacionales con certeza es nuestro compromiso.

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